Cómo elegir el vestido de novia perfecto, parte 2

julio 05, 2018



El estilo, la tela, el color...la semana pasada, estuvimos revisando varios aspectos importantes para ayudarte a escoger tu vestido de bodas perfecto, en esta semana concluiremos el capítulo con algunos puntos más. ¿Estás lista? ¡Vamos!

3. El blanco perfecto
Tendrás que detenerte a ver el tono de tu piel: no todos los tonos de blanco le quedan a todos los tonos de piel. Mejor si observás tu piel en la luz natural para poder elegir el blanco perfecto. 



Blanco puro: un blanco azulado y destellante. Perfecto para novias de tez oscura.

Blanco nieve: es un blanco radiante pero sin ese matiz azulado, el color de la nieve. Es el más parecido al blanco puro, aunque sigue siendo un color no muy popular. Sin duda, novias con tono de piel moreno, ¡apuesten por este blanco!

Crudo/blanco roto: se trata del tono de blanco que más novias utilizan, de hecho, casi un 90% de ellas lo elije para su diseño. Es el color natural de la seda antes de someterla a tinturas. Un blanco apagado que favorece muchísimo, sobre todo, a las novias con tez ni muy clara ni muy morena.

Perla: similar al crudo con un tono cercano a la vainilla, no es muy fácil de encontrar pero es un tono elegante y muy fino. Este tono es el más utilizado por novias de más de 40 años. Ideal para mujeres que tienen la piel más morena.

Marfil: menos cercano al blanco puro que el perla, se acerca más al beige. Es uno de los tonos de blanco más favorecedores ya que es el más cálido. Si tienes la tez muy blanca, lo mejor es que apuestes por el color marfil.

Champán: suavemente dorado, como la bebida que lleva su nombre. Este sí que no le sienta bien a todos los tipos de piel, pero a la piel morena, le sienta realmente espectacular. 

Nude: es el color de la piel, no se suele utilizar como tono principal para el vestido pero sí para combinaciones de color con blancos o crudos, con bordados o encajes que simulan efecto tattoo.

Rosa empolvado: no es blanco como tal, pero se utiliza mucho en los vestidos de novia con aire vintage. Es un rosa con mezcla de beige y blanco, muy suave. Una de las mejores opciones para las novias de piel más clarita.



4. Piensa en la forma de tu cuerpo
Muchas veces tenemos un tipo de vestido en mente, ¿pero en realidad será ese el mejor corte para nuestro cuerpo? Aquí te cuento qué vestidos son los mejores para cada tipo de figura.

Cuerpo rectangular: evita los vestidos ceñidos o de líneas rectas, diseños fluidos y las mangas cortas. Te sentarán de maravilla los que son entallados en la zona alta de la cintura, siempre prestando mayor atención al cuerpo del vestido que a la falda. Evitá el escote cuadrado o redondo.

Cuerpo triangular: en este caso, lo que tenés que conseguir con el vestido es equilibrar, llamando la atención sobre la parte superior del vestido. Para ello, decidite por un modelo de línea A que no sea muy ceñido para que no resalten las caderas. Al igual que la línea A, también te verás muy favorecida con el corte princesa. 

Cuerpo redondo: elegí un vestido con cintura alta, un corte imperio en el que la falda sea fluida y caiga a lo largo del cuerpo. Como escotes, te favorecerán el escote de corazón o escote en V, pero siempre sin ser ajustado.

Cuerpo reloj de arena: al tener una figura equilibrada, podés optar por cualquier tipo de vestido pero, sin duda, los que mejor te sentarán serán los de tubo o de corte sirena. En cuanto a los escotes, el barco es el ideal. 

Cuerpo en triángulo invertido: lo esencial es darle volumen a la cadera y restárselo a los hombros. ¿Cómo? Con escotes que no sean abiertos, probá con escotes a la caja, cerrados y faldas con volumen, por ejemplo, con apliques. Te verás más estilizada.

Si estás embarazada: si estás en los primeros meses de embarazo, no será visible, podrás utilizar el mismo vestido que tenías pensado atendiendo a tu tipo de cuerpo. ¡Solo hasta los 4 meses! A partir de ahí, el cuerpo cambiará notablemente, así que, apostá por el corte imperio y un tejido fluido, que será lo más cómodo.



5. Probátelo, caminá y movete
Los expertos recomiendan que cuando creás que has encontrado el vestido de tus sueños, no te quedes fija mirándote al espejo. Camina, siéntate, salta, baila, sube los brazos… Si hay algo de eso que no puedes hacer, ése no es el vestido perfecto. 

“Deberás vivir con él un millón de emociones y llevarlo durante muchas horas en las que no estarás quieta, así que debes sentirte cómoda con él”.

Con esto, concluimos nuestro artículo sobre vestidos. ¿Tenés alguna duda? ¡Dejanos un comentario!

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